Has oído hablar de ella. Te han contado que es una bomba de relojería sexual pero no la conoces en las distancias cortas. La postura de la cucharita engloba todos los calificativos que hacen de ella una de las posiciones sexuales más placenteras que existen.
¡A nosotras nos chifla! ¿Quieres aprender a practicarla? Sigue la lectura de este artículo y te sacaremos de dudas.
Somos putas en Bilbao a las que nos encanta que los clientes pidan más en cada cita. El sexo invita a explorar todo tipo de caminos, desde los más suaves y delicados a los más salvajes y atrevidos.
La postura de la cucharita es perfecta porque combina las dos vertientes para que disfrutes de la máxima estimulación sexual.
Al igual que has hecho con el molinillo de viento, la amazona o el carrete filipino, hoy te animamos a que incorpores en tus encuentros uno de los grandes clásicos del sexo pero con el valor añadido de hacerlo como una auténtica escort.
¿Cómo se practica la postura de la cucharita?
En la cama, tanto tú como yo nos acostaremos de lado, mirando hacia la misma dirección. Tú estarás detrás de mí, esperando a que apoye mi espalda en tu pecho.
Con suavidad, tú me penetrarás desde atrás, aumentando la intensidad en función del ritmo que marque el deseo.
¿Tiene su punto romanticón, verdad? Ese es uno de los motivos por el que tantos nos gusta.
Más allá de su uso en los preliminares sexuales, la postura de la cuchara es perfecta cuando el sexo acaba, estamos abrazados, el roce enciende la llama del deseo y ¡saltan chispas!
Las escorts sabemos el secreto para que la excitación alcance niveles estratosféricos. Si las piernas se mantienen muy juntas, la estimulación del punto G y el clítoris se potencia.
Y aquí no acaba lo bueno. La posición de la cucharita también reúne todos los ingredientes para disfrutar el sexo anal, mientras tú me envuelves con tus brazos y siento todo tu calor mientras me penetras. ¡Apoteósico!
Los 5 motivos que hacen de la postura de la cuchara una de las más excitantes
Estimulación a tope del punto G
Al juntar las piernas, tanto el clítoris como el punto G alcanzan un nivel de excitación increíble. ¡Nos volvemos locas de placer!
Nos gusta follar pero también sentirnos protegidas
Con la postura de la cuchara, nuestros cuerpos comparten el contacto físico. Mientras tú me penetras, siento que me abrazas con fuerza y ¡esa sensación me gusta!
No es solo un mero polvo; te aseguro que sentiremos que existe una conexión especial entre nosotros. Quedaremos tan enganchados que seguro que querrás que esta sea la primera de muchas citas. ¡La oxitocina tiene la culpa!
Explora zonas erógenas
Tus manos y las mías quedan libres si queremos para tocar el ano, los pezones y otras de las zonas erógenas de nuestra anatomía. De esa exploración nacerán emociones increíbles y escalofríos de placer que recorrerán tu cuerpo y el mío. ¿Ponerles fin? NUNCA.
¡Es tan fácil!
Olvídate de esas posturas de absoluto acróbata de las que hablábamos para practicar sexo en la ducha.
La posición de la cucharita promete placer a raudales con el menor esfuerzo físico por ambas partes.
Aunque estés cansado tras una noche de fiesta, se acabaron las excusas para disfrutar de sexo de altura con una escort latina o española. ¡Tú eliges!
¿Por delante o por detrás? ¡Sé egoísta y prueba ambas!
La posición de la cucharita brinda la posibilidad de practicar la penetración vaginal y anal. Podemos combinarlas o centrarnos en la que más te guste.
Si te gusta la idea, ¿qué te detiene a llamarnos y concertar una cita con la escort en Bilbao que tú escojas? Todas sabemos cómo utilizar la postura de la cucharita para que un hombre goce sin fin.
¡Déjanos ser tus maestras!