En el imaginario colectivo hay fantasías sexuales que se repiten una y otro vez. Muchos de esos sueños o momento de calentura en la entrepierna vienen protagonizados por escorts con uniformes de azafata. Siempre servil, explosiva y dispuesta a todo por cumplir los deseos masculinos, como escorts hemos comprobado que este vestuario es todo un imán para levantar la libido de los hombres con ganas de disfrutar del sexo sin tapujos, con creatividad y muchas ganas de ir más allá de lo convencional. ¿Sube a bordo, caballero?
Como putas escorts hemos de reconocer que en muchas ocasiones nos hemos puesto a mil cuando cerca de nosotras ha pasado un policía, un bombero o un médico cañón. No sabemos por qué pero ver a un hombre tremendo con su uniforme nos hace ponernos muy cachondas.
Pero, si hablamos de las fantasías sexuales de los hombres, lo cierto es que este gusto por la vestimenta profesional también seduce y mucho a los caballeros. ¡¡Lo comprobamos cada día con nuestros clientes!!
Entre sus peticiones más locas, nos han llevado a convertirnos en la piel de policías, enfermeras con alma de escort y colegialas. En este ranking de los disfraces eróticos más sexys, hay uno que se lleva la palma y nos lleva a ser tanto escorts como azafatas.
Razones por las que las Putas Azafatas Te Ponemos Cachondo
Policías, enfermeras, mujeres militares y azafatas de vuelo representan en cierta medida mujeres con autoridad, que saben qué hacer en los momentos clave.
Como escorts bilbaínas, no estamos en tu mente para adivinar el porqué de esta obsesión hacia las azafatas uniformadas. Sin embargo, sí existen algunos rasgos comunes que todos los hombres muestran en las citas que mantenemos y nos piden ir disfrazadas con el uniforme de azafata.
Una azafata de vuelo tiene un cuerpo de infarto
No nos engañemos. Como escorts profesionales nos cuidamos; hacemos deporte y mimamos nuestro físico para ofrecer no solo la mejor presencia ante clientes como tú, sino el máximo rendimiento para hacer frente a los arrebatos de pasión que se dan en la cama.
Solo con vernos dirás que estamos cañón. Una mujer con su uniforme de azafata también suele cumplir con una presencia cuidada, cierta belleza y altura, en definitiva, rasgos que atraen la atención de cualquier hombre.
Además, este vestuario destaca algunas de las zonas de la anatomía femenina que más excitan a mentes obscenas como la tuya.
Se entallan a la cintura, su estrecha falda marca la cadera y culo respingón y resalta el pecho haciendo que todas las miradas se dirijan al prominente escote de una mujer. ¿Qué hombre no caerá rendido a tanto encanto?
Siempre dispuesta a dar respuesta a tus consultas (y deseos)
En un avión o en el tren, una azafata siempre se muestra amable, dispuesta a agradar al pasajero con un trato servil, profesional, a la par que decidido.
Al igual que les sucede a estas mujeres, las putas vestidas de azafatas sabemos capitanear el rumbo de cada encuentro sexual, con la experiencia que nos han dado los años y las ganas por ofrecer lo mejor de nosotras mismas en cada cita.
¿Quieres una corbata francesa? Sabemos cómo se hace. ¿Tu boquita pide una striptease privado? Tus deseos pasarán a ser órdenes para nosotras. ¿Te da morbo ver cómo nos excitamos utilizando juguetes eróticos mientras tú miras en plan voyeaur? Complaceremos tu petición.
Autoridad para experimentar el sexo sado
Todo uniforme femenino siempre impone a un hombre cierta autoridad. Cuando nos convertimos en putas azafatas, tú sientes que nosotras llevamos la batuta entre las sábanas. Y, no nos engañemos, a ti te gusta ser sumiso y vivir el sexo más duro en ciertos momentos.
¿Imaginas a una escorts disfrazada de azafata mientras te da unos azotes muy excitantes? ¿O prefieres que ella haga lo que quiera con tu cuerpo mientras tus manos permanecen atadas con esposas a la cama? ¡¡Dios, esto es puro placer!!
Si quieres empezar a vivir todas estas sensaciones y muchas más con una escort, solo has de pedírnoslo. Acudiremos a la cita vestidas con el uniforme de una azafata dispuesta a todo para que juntos volemos a la luna de éxtasis.
Yo estoy preparada, ¿y tú?