Soy puta en Bilbao, y sí, ¡me encanta! Seguro que muchos os sorprenderéis al leer esto y lo primero que pensaréis es que soy una chica fácil a la que solo le gusta mantener relaciones sexuales, y lo cierto es que no andáis nada mal encaminados. Me gusta el sexo y disfruto haciendo el amor con hombres y mujeres a las que no conozco de nada y que posiblemente no volveré a ver nunca, así que, ¿qué mejor trabajo hay que ser puta en Bilbao?
Siempre he sido una chica con una vida sexual activa, muy activa. Nunca he conseguido mantener una relación larga con ningún hombre, porque siempre he sentido la necesidad de probar cosas nuevas y encontrarme cada vez con hombres que me aportasen algo diferente. Me gusta provocar y que me provoquen, vestirme sexy y sentir como mi vestido hace junto a mis curvas una combinación de infarto, mientras todos los hombres de todas las edades me miran allá por donde voy.
He estado en trabajando en diferentes sitios y en cada uno de ellos he desempeñado funciones diferentes, y lo cierto es que nunca había encontrado ninguno que me hiciese feliz, más allá de permitirme pagar mis facturas a final de mes. Nunca, hasta que decidí probar como puta en Agencia Bilbao Escorts, ¿y sabéis qué? ¡Es lo mejor que he hecho nunca!
Desde que soy puta en Bilbao puedo gritar a los cuatro vientos que soy una chica feliz, que hago lo que me gusta y que además, disfruto de un sueldo que no está nada mal. Entiendo que para mucha gente pueda ser un oficio al que nunca se dedicarían, pero para mí es el trabajo perfecto, sin ninguna duda.
¿Cómo es mi día a día?
Mí día a día puede ser la envidia de muchas mujeres, y es que mientras muchas andan de cabeza desde que les suena el despertador, despertándose cada día junto a la misma persona, yo puedo presumir de llevar una vida de auténtica princesa, y lo mejor de todo es que no tengo ningún reparo en decirlo.
No necesito despertarme demasiado pronto, aunque tampoco me gusta levantarme demasiado tarde, ya que soy una mujer a la que le gusta aprovechar el día desde bien temprano. Evidentemente, mi rutina dependerá de mi agenda, pero por lo general me gusta comenzar el día en el gimnasio, con una buena sesión de spinning que ponga mis piernas a tope.
Mi entrenador Raúl es el que se encarga de mi rutina de entrenamientos, y gracias a él, puedo presumir de un cuerpo de escándalo, las cosas como son. Al terminar, una buena ducha y un mejor desayuno para recuperar fuerzas. Intento que este momento no sea nunca más tarde de las 11 de la mañana.
A partir de este momento es cuando me tengo que comenzar a preocupar de mi agenda, ya que muchos días he quedado con hombres que me desean para comer y luego tomar una copa y… ¡ya sabéis! Estos días tengo que comenzar a arreglarme y ponerme guapa para él, y si me lo pide el cuerpo, aprovecho para comprarme un nuevo vestido o unos tacones que le dejen con la boca abierta. Si el momento de la comida lo tengo libre, aprovecho para quedar con alguna amiga, pasear, quedarme en casa leyendo un libro… Pocas mujeres pueden decir esto.
Mis citas para comer siempre suelen ser espectaculares, en algunos de los mejores restaurantes de la ciudad, acompañada de hombres realmente atractivos y por supuesto, no tengo que pagar nada por la comida. ¿Se puede pedir algo más? Pues sí, acabar en el hotel acostándome con ese hombre que tan bien me ha tratado y que por qué no decirlo, ¡me encanta! Por si todo esto fuera poco, al terminar cobro una cantidad de dinero nada despreciable.
Por no hablar de las citas de noche, en las que a veces acabo en fiestas privadas espectaculares en algunos de los locales más exclusivos de la ciudad, rodeada de gente VIP como si fuese una auténtica famosa. Por supuesto, aquí también lo tengo todo pagado, por lo que solo tengo que preocuparme de disfrutar y de hacer feliz a mi cliente, ¡y te aseguro que así lo hago!
Para mí, una mujer liberal, joven y moderna a la que le encanta el sexo y no tiene ningún tipo de prejuicio ni tabú, ser puta es el mejor de los trabajos, lo más parecido a cumplir un sueño. Dicen que los futbolistas cobran enormes cantidades de dinero por hacer lo que les gusta, pues a mí me ocurre lo mismo.
Un trabajo en el que puedo satisfacer todas mis necesidades, sentirme deseada, disfrutar de una vida llena de comodidades y que además me deja un montón de tiempo libre. No lo cambiaría por nada, y estoy segura de que si lo pruebas, ¡tú tampoco!
Sí, ¡soy puta y me encanta!